Ácido Hialurónico

1. Síndrome genitourinario de la menopausia (SGM) (antes llamado atrofia vulvovaginal)

• El AH (a veces combinados con vitaminas, fitoestrógenos o lactobacilos) mejoran la sequedad, el ardor, el prurito y la dispareunia.
• Estudios comparativos muestran que el AH puede ofrecer beneficios similares a los estrógenos locales en mujeres que no pueden o no desean usar terapia hormonal.

2. Atrofia o hipoplasia vulvar (por envejecimiento o parto)

• Infiltraciones de AH estabilizado (normalmente reticulado) en los labios mayores, introito o vestíbulo mejoran la elasticidad, hidratación y volumen del tejido vulvar.
• Usado en “rejuvenecimiento vulvar funcional” o para corregir atrofia labial posmenopáusica.
• Algunos estudios reportan aumento de la satisfacción sexual y reducción de la dispareunia.
• Su efecto es principalmente mecánico e hidratante, no hormonal.

3. Dispareunia y sequedad posparto o postradioterapia

• Aplicaciones locales o infiltraciones ayudan a regenerar mucosa y mejorar la lubricación tras traumatismos o tratamientos agresivos.
• Especialmente útil en mujeres con antecedentes de cáncer ginecológico que no pueden recibir estrógenos locales.

4. Líquenes y dermatosis vulvares (uso complementario)

• Aunque no es tratamiento de primera línea, el AH puede suavizar síntomas (sequedad, fisuras, ardor) en liquen escleroso o liquen plano vulvar, en combinación con corticoides tópicos.
• Favorece la regeneración epitelial y reduce la irritación.

5. Cicatrices y episiotomías

• Infiltración de AH mejora la elasticidad y cicatrización en episiotomías, desgarros o cicatrices quirúrgicas (cesáreas, labioplastias).
• Disminuye tirantez, dolor local y fibrosis.